-W  A  T  E  R  C  O  L  O  R -

Más allá de la gestualidad, la acuarela introduce una dimensión única dentro del expresionismo abstracto: la irreversibilidad. No hay correcciones ni segundas oportunidades; cada trazo, cada mancha de color, es el testimonio directo de un instante de creación en el que el artista debe volcar todo su conocimiento, intuición y discurso en una sola ejecución inmediata. Esta cualidad convierte a la acuarela en una expresión de pura sinceridad, donde la materia y el gesto no admiten arrepentimientos ni revisiones. Es aquí donde la técnica alcanza su máxima potencia expresiva, encarnando la esencia misma del expresionismo abstracto: la manifestación absoluta de la emoción en el instante irrepetible de su creación.